A las nuevas generaciones de periodistas se les inculcó la idea de que si alguien dice que llueve y otro dice que no, su tarea consiste en ser altavoz de las dos versiones, y no en abrir la ventana, sacar la mano y comprobar si llueve
A las nuevas generaciones de periodistas se les inculcó la idea de que si alguien dice que llueve y otro dice que no, su tarea consiste en ser altavoz de las dos versiones, y no en abrir la ventana, sacar la mano y comprobar si llueve