Soy amigo de Carme Chacón pero imagino que eso no me impide hablar sobre ella, ¿no? Creo que la decisión de no acudir a las primarias que acaba de anunciar confirma que ella era una buena candidata para iniciar un proceso de regeneración del PSOE.
Al explicar cuál iba a ser su programa ha aludido claramente a la necesidad de revigorizar los principios y valores de la socialdemocracia y de escuchar las voces de la gente que, en la calle y en las urnas, ha expresado su desencanto con el PSOE. «Quería», ha dicho, «un proyecto que reafirmara la autonomía de la política frente a los grandes poderes económicos y que distribuyera los sacrificios de la crisis con la máxima equidad».
Y al dar las razones por las cuales renuncia a competir -básicamente para no dañar a su partido y porque no es una persona dispuesta a luchar a mordiscos en un lodazal de meras ambiciones personales- ha dado una prueba de una limpieza, una honestidad y una solidaridad con sus compañeros de las que ya podrían aprender esos otros socialistas meramente aparatchik que solo están en política para conquistar y mantener el poder.
Con un candidato procedente de un pasado ya remoto y con un programa de resignación ante los poderosos, el PSOE tiene asegurada una derrota monumental en las próximas legislativas y su conversión en una fuerza cada vez más insignificante en una España teñida por completo de azul. Allá ellos.