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¿Representa el PP a media España? Ni de coña / Elecciones 2004 y 2008 / Datos

 

En el debate televisado del lunes, Zapatero recordó que el redondeo al alza de los precios tras a introducción del euro en España se produjo con Gobierno del Partido Popular y sin que éste hiciera lo más mínimo para impedirlo. ¿Cómo iba a hacerlo si los políticos y propagandistas de la derecha son maestros precisamente en eso: en redondeo al alza? Sobre todo cuando se trata del peso que atribuyen a su partido.


Por ejemplo, Rajoy repitió varias veces a lo largo de ese debate televisado que el PP representa a «media España». ¿Tiene razón? Vamos a verlo.

 

En las elecciones generales del 14 de marzo de 2004, el PP obtuvo 9.635.491 votos, lo que supuso el 37´8% de los sufragios válidos emitidos. Cáspita, que diría don Mariano, este porcentaje ya está lejos de esa «media España» que él reivindica.

 

Pero sigamos. La distancia se hace enorme si nos tomamos la molestia de averiguar cuál era el censo electoral de aquella jornada electoral, o sea, el número de españoles, residentes en el territorio nacional o en el extranjero, con derecho a voto. Resulta que el 14-M había 34.571.029 españoles mayores de edad y con derecho a voto. Con una sencilla operación, podemos concluir entonces que hace cuatro años votó al PP el 27´8% de los españoles que podían haberlo hecho.


De la «media España» reclamada por Rajoy al 27´8% hay un larguísimo trecho que sólo el descaro puede recorrer.

 

Hace usted trampa, dirá alguno: no cuenta los votos obtenidos por UPN, el socio navarro del PP. Pues, venga, contémoslos. Fueron 127.653. ¿Y cómo varía esto los porcentajes y la conclusiones anteriores? Pues muy poco.

El PP y UPN obtuvieron el 38´3% del voto emitido el 14-M, es decir, que sigue faltando mucho para llegar a «media España».

 

¿Y cuál es la proporción del total de los 9.763.144 ciudadanos que votaron a PP y UPN sobre los 34.571.029 que estaban convocados a las urnas? El 28´2%

 

Conclusión: al PP y UPN les apoyaron en las urnas hace cuatro años menos de un tercio de los españoles mayores de edad y con derecho a voto.

¿O es que los ciudadanos que no votan -por viaje, enfermedad o puro y simple abstencionismo- no son españoles? Porque, don Mariano, usted no dijo en el debate televisado «la mitad de los votantes», lo cual ya habría sido exagerado, sino, literalmente, «media España».

 

Se me dirá que el mismo ejercicio puede aplicársele al PSOE. Efectivamente, pero ¿saben cuál es la diferencia? Que Zapatero nunca ha dicho que él representa a «media España». Jamás ha redondeado al alza.

 

Ya sabemos que los «spin doctors» del PP son extremadamente hábiles. Durante la legislatura que termina, por ejemplo, han conseguido que los medios de comunicación asumieran que los conservadores obtuvieron el 14-M «diez millones de votos». Les votaron muchos españoles, cierto es, pero no «diez millones». A las papeletas del PP y UPN, les faltaron más de 200.000 para conseguir esa cifra mágica.


¿Ejercicios fútiles? En absoluto. Ejercicios políticos. Porque nada hay de inocente en los redondeos habituales del PP («diez millones de votos», «media España»…). Lo que pretende es sobredimensionar su peso. El autobombo funciona: vigoriza a los propios, impresiona a los contrarios y amedrenta a los equidistantes.

 

Tampoco es inocente ese desprecio sistemático del PP por los españoles que no votan ni al PSOE ni al PP. El «spin» de los conservadores tras el debate del lunes afirma que si ZP lo ganó es porque con él simpatiza «mucha gente que vota a IU, CiU, PNV, Esquerra Republicana, Chunta Aragonesista, etc». Elorrioga declaró en TVE que el apoyo de esa gente a ZP «sesga» los sondeos.

 

Vamos a ver, señor Elorriaga: los votantes de formaciones que no son el PP ni el PSOE son tan ciudadanos españoles como los que votan a los dos partidos mayoritarios. No «sesgan» nada, expresan con libertad sus opiniones, faltaría más.


Y volvamos a los datos. ¿Son una minoría insignificante esos votantes de terceros partidos? Pues no, resulta que más de 5 millones de ciudadanos votaron el 14-M por candidaturas que no eran ni del PSOE ni del PP. ¡Más de 5 millones!

 

El PP busca desesperadamente el bipartidismo en la política española. Por eso desprecia ostentosamente a los terceros partidos, máxime si son «nacionalistas periféricos» (los conservadores sólo aceptan un nacionalismo: el españolista). De ahí que haya intentado desprestigiar todos los acuerdos y todas las leyes aprobados por mayoría absoluta en el Parlamento español en la legislatura 2004-2008 que no han contado con el visto bueno de los conservadores. Si ellos no votan algo, ese algo es ilegítimo, aunque lo aprueben los representantes, ahora sí, de más de la mitad de los ciudadanos que acudieron a las urnas el 14-M.

 

El redondeo al alza de su propio peso, la búsqueda de un bipartidismo que les conceda un derecho a veto en la vida española, el desprecio de las terceras opciones, todo eso no son sino manifestaciones de la incapacidad del nacionalismo españolista para reconocer la fantástica pluralidad de nuestra patria.

PS. Los datos facilitados son los oficiales de la Junta Electoral Central y el Instituto Nacional de Estatística.

 

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