Mandela cumple hoy 92 años. Es el líder más admirado y admirable de fines del siglo XX (y de lo que llevamos del XXI… a falta de ver qué da de sí Obama). El País me dió la inmensa oportunidad de entrevistarle 2 veces en Johanesburgo en 1995 (El Piloto de Suráfrica y Vivimos una revolución democrática). Le pregunté si nunca había tenido deseos de venganza. Contestó: «Oh, sí, claro. Soy humano. Pero comprendí que la reconciliación era lo mejor para mi pueblo». Eso es credibilidad. En los 80 se luchó en todo el mundo por su libertad y por el fin del odioso apartheid. Una canción de Simple Minds fue toda una bandera de una lucha que terminamos ganando la buena gente del planeta.