1.- Lo que está ocurriendo con Air Comet, empresa presidida por don Gabriel Díaz Ferrán, es un ejemplo paradigmático de esta crisis económica. Cuando una empresa privada tiene graves problemas por mal análisis del mercado, ambición desmesurada, inversiones de alto riesgo, préstamos de dificilísimo reembolso, en suma, como consecuencia de una mala dirección y gestión, se solicita a gritos la intervención del Gobierno, la ayuda de Papá Estado, la aportación del dinero de los contribuyentes. Y así Air Comet ha dejado en tierra a miles de clientes que habían pagado sus billetes… y que ahora el ministerio de Fomento del Gobierno de España, con nuestros impuestos, debe hacer llegar a sus destinos. Es, por lo demás, una receta clásica del capitalismo: los beneficios son privados, las pérdidas deben ser socializadas.
2.- El mismo Díaz Ferrán al que ahora Papá Estado debe sacar las castañas del fuego se ha pasado los últimos meses pregonando la rancia letanía de las recetillas neoliberales: menos Estado y más mercado, mas privatizaciones y desregulaciones, menos impuestos, que los trabajadores se aprieten aún más el cinturón, que se abarate el despido, que a nadie se le ocurra ni tan siquiera preguntar por los bonos, las primas, los sobresueldos de los altos directivos y los consejeros de las empresas, que eso pertenece al sagrado ámbito de la libre decisión… Ese mismo Díaz Ferrán ha ensalzado a Esperanza Aguirre y ha denostado a Zapatero. Si hubiera dedicado menos tiempo a la política y más a sus empresas, tal vez hubiera podido evitar la bochornosa situación actual.
3.- Es clamoroso que este individuo no puede seguir al frente de la CEOE. En la hipótesis más favorable para él, la que hoy expresa el editorial de «El Mundo», porque, en primer lugar, la presidencia de la CEOE no debería quitarle ni un minuto de tiempo que dedicar a la salvación de lo que quede de su grupo empresarial, y, en segundo, porque cómo puede negociar con el Gobierno con un mínimo de credibilidad alguien que necesita la ayuda provindencial de los poderes públicos. Suscribiendo lo anterior, me apunto a otra argumentación: ¿no tiene el empresariado español nada mejor que proponernos que un tipo que le debe pasta a la Seguridad Social, que tiene suscritos créditos de dudoso reembolso con entidades financieras como Caja Madrid, que desde hace meses no abona sus salarios a cientos de trabajadores, que les entrega pagarés que no honra, que vende billetes para vuelos que no puede garantizar…?
Es muy descorazonador pensar que la CEOE no tiene un capitán de industria de éxito que poner a su frente, que todo lo que puede ofrecer a la sociedad española es gente como Díaz Ferrán, que, en el mejor de los casos, es un fracasado y, en el peor, un heredero de los Jesús Gil y los Ruiz Mateos.
Con despidos como los que paga la CEOE, me apunto a la «reforma laboral»