Monsieur, Madame, Vous êtes chez vous / Francia y España

Nunca en la historia de los dos países España y Francia han tenido unas relaciones tan excelentes, tan basadas en la igualdad, tan mutuamente provechosas como ahora. Es algo que va más allá de la simpatía mutua que se profesan Zapatero y Sarkozy, es algo que se ha ido construyendo a lo largo de los últimos lustros y que podría resumirse en la idea de que las dos partes comprenden que lo mejor que le puede pasar a cada una es que a la otra le vaya bien. Pueden llamarlo pacto de familia –no es mala fórmula- o como ustedes quieran.
   
     Es también algo que va más allá de la intensa y eficaz cooperación en la lucha contra el terrorismo de ETA, aunque este aspecto sea una de sus manifestaciones más evidentes. Los intercambios humanos, intelectuales, comerciales, económicos, de todo tipo son muy importantes y tanto España como Francia comparten una visión semejante del europeísmo, uno y otro país saben que el principal modo de influir en el siglo XXI es a través de una Europa cada vez más unida.
 
     En el vecino del Norte la hispanofilia es evidente desde hace años (ya se hacía notar cuando yo viví en París, a comienzos de los años noventa); en el del Sur ha ocurrido algo aún más importante: se ha pasado de una amplia aversión al «gabacho», repleta de celos, rencor y complejos, a la consideración mayoritaria, expresada a través de las encuestas de opinión, de que Francia es el principal socio y aliado de España.
 
     El último político español que intentó explotar la rancia francofobia fue Aznar, pero la casi totalidad del pueblo español se sintió más identificado con la oposición a la guerra de Irak que Villepin defendió en Naciones Unidas que con la servidumbre ante Bush del entonces huésped de La Moncloa.
 
     No estamos ante una cuestión de derechas o de izquierdas aquí o allí, estamos ante una cuestión de intereses nacionales manifiestamente complementarios y convergentes, de hecho simbióticos, aquí y allí. Así que Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, que esta semana visitan España, pueden considerarse en su casa. Monsieur, Madame, Vous êtes chez vous.